Ayer volvió a tocar tarde de curso de decoración de tartas, pero mucho más difícil... ¡dónde va a parar! y Silvia Fragío quería que tocásemos los siguientes puntos:
- Ensamblaje y decoración de una tarta de 2 pisos
- Confección de un lazo múltiple en fondant y pasta de goma
- Técnica fondant sobre fondant
Cuando llegamos vimos las muestras que había traido para el curso de cupcakes y galletas de la mañana, unas verdaderas preciosidades.
Nos pusimos manos a la obra con nuestra tarta de dos pisos. Lo primero que teníamos que hacer eran los lazos y los tirabuzones que íbamos a poner en la moña, para dejarlos que se fueran secando y mientras pudiéramos ir haciendo otras cosas.
Con un cortapastas redondo, cortamos la base de la moña y pusimos a secar también. Mientras, cortamos los bizcochos en capas y rellenamos una capa de nocilla y otra de mermelada de fresa. Un vez rellenos, cubrimos un bizcocho con una capa muy finita de nocilla y el otro con una capa muy finita de mermelada de fresa para luego poder poner el fondant y que se quede pegado, pero sin que el exceso salga por abajo.
Colocamos el fondant en los dos bizcochos y alisamos bien para que no se note ninguna arruga. En el piso de abajo, marcamos el centro e introducimos 4 pajitas (que cortamos al ras) en cruz para que sirva de sujección al otro piso.
Ponemos el segundo piso que pegamos con un poco de glasa al primero y centramos. Con un palo de pincho, calculamos la altura de las 2 capas y lo cortamos a esa altura. Lo clavamos en el centro de la segunda capa y cuando llegue a la base de cartón, damos un pequeño golpe para atravesarla y que llegue al final de la primera capa.
Ahora que está bien sujeta es en el momento de ir montando la moña. Pegamos la base con glasa al 2º piso y vamos colocando los lacitos y los tirabuzones con la glasa. Como aún están húmedos, colocamos unos trozos de papel de cocina para que sigan conservando la forma. Y adornamos las bases de las capas, una con bolas de colores y otra con glasa.
Lo empaquetamos y listo para llevar.
Se nos pasaron las horas volando, nos lo pasamos pipa y encima el resultado mereció la pena, ¿qué más se puede pedir?
Ahora sólo quedaba que pasara la aprobación de la destinataria.... MI MADRE.
